Un humedal es una zona de la superficie terrestre que está temporal o permanentemente inundada, regulada por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan. Entre los humedales continentales se incluyen marismas, charcas, lagos, ríos, llanuras de inundación y pantanos. Entre los humedales costeros se incluyen marismas de agua salada, estuarios, manglares, albuferas o lagunas litorales e incluso arrecifes de coral.
Entre 1970 y 2015 se perdieron un 35% de los humedales del mundo. La pérdida de humedales tiene graves consecuencias como: disminución de la biodiversidad, aumento en las emisiones de carbono y pérdida de filtración natural de agua. La Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional, denominada Convención de Ramsar, es el tratado intergubernamental que ofrece el marco para la conservación y el uso racional de los humedales y sus recursos. Se firmó el 2 de febrero de 1971.
Nuestro país posee un 13.6 % del total de su territorio dentro del ecosistema de humedales. Esto representa a 2.626.305 Hectáreas.
La foto de portada pertenece al fotógrafo Mauro Bollav y es de los humedales de Santa Lucía, que forman parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). La conexión entre el río Santa Lucía y el Río de la Plata, forma este sistema de humedales salino costero de gran relevancia para el país. Son 86.517 hectáreas de los departamentos de Canelones, San José y Montevideo.
La presencia del humedal y su cuidado resulta fundamental. A nivel ecosistémico, es un área vital por su efecto de filtro y “esponja”: capta el agua de la lluvia, la filtra lentamente y recarga los acuíferos. A su vez regula las inundaciones, actuando como amortiguador de los caudales y reduce la acción erosiva del agua.
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