Entre los factores de riesgo vinculados a las enfermedades no transmisibles (entre ellas el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, respiratorias crónicas, la diabetes y los trastornos mentales y neurológicos) está la exposición a la contaminación atmosférica y la inactividad física.
Las zonas verdes urbanas ofrecen grandes oportunidades para el cambio positivo y el desarrollo sostenible de nuestras ciudades. Los espacios verdes públicos accesibles para caminar, circular en bicicleta, jugar y realizar otras actividades al aire libre son una muy buena opción para estar en contacto con la naturaleza, practicar ejercicio y sumar bienestar.
Cuando ingresas a un área verde, como un bosque o un parque, tu pulso baja, puedes respirar más libremente, la tensión y el estrés desaparecen.
La naturaleza tiene una influencia positiva en la salud, nos pone en armonía con nosotros mismos, experimentamos aprecio y relajación. Esto nos muestra una vez más la importancia de la naturaleza para nuestras vidas.
Tres razones por las que nos sentimos tan cómodos al aire libre en la naturaleza:
Los sonidos naturales reducen el nivel de estrés.
La luz solar fortalece el sistema inmunológico.
Permanecer al aire libre aumenta la autoestima.
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