Tener una cocina ordenada no es solo una cuestión de estética, también nos permite elaborar platos saludables en menos tiempo, ahorrando dinero y energía, así como también prevenir accidentes.
Las cosas en su sitio nos facilitan mucho la tarea de cocinar, encontramos más rápido los utensilios, somos conscientes de los ingredientes que tenemos y de los que faltan para reponerlos. Además. los ambientes ordenados y despejados nos hacen más felices y contribuyen a nuestro bienestar.
A continuación, te comparto siete consejos para ordenar tu cocina de la mejor forma:
Revisa. Saca todo de los armarios y cajones y quédate solo con lo que uses, todo lo demás lo puedes regalar o donar.
Despeja la mesada. No la llenes de cosas, deja sólo lo imprescindible a mano, intenta buscar un hueco en los estantes y cajones para todo lo demás.
Asigna un lugar a cada cosa. Si cada objeto tiene su lugar y cada vez que acabas de usarlo lo devuelves a su sitio, no hay lugar para el desorden. Para lograrlo puedes agrupar y guardarlos por categorías. Por ejemplo, las ollas y cazuelas en un armario, los tuppers en otra, los cubiertos y utensilios pequeños en un cajón. Los artículos de limpieza debajo de la pileta, lejos de los alimentos.
Optimiza el uso del espacio. Para hacer el mejor uso del espacio apila ollas, cacerolas y tuppers, si es posible con su tapa en vertical. Apila también los platos, pero no hagas torres muy altas que luego te dificulten el acceso a ellos, puedes usar módulos o estantes para dividir las pilas. Dedica una zona del armario a las piezas que destinan a comer y otra a las de beber. En cocinas pequeñas, una barra para colgar puede ayudarte a tener los utensilios siempre a mano, pero cuidado de no sobrecargarla.
Usa la lógica. Guarda los utensilios que usas menos al fondo del cajón y los usas más al frente. De esta manera ahorrarás tiempo y energía buscándolos, ya que lo que precisas con mayor frecuencia estará más a mano.
Limpia y organiza la heladera. El desorden de la heladera nos lleva a desperdiciar alimentos. Vaciarla una vez a la semana es la forma de saber exactamente lo que tenemos, limpiarla, desinfectarla y descartar lo que haya excedido su vida útil. Usa siempre los productos más antiguos primero, guardando los más nuevos detrás. Presta atención a los recipientes que utilizas para conservar los alimentos, son más prácticos los tuppers rectangulares o cuadrados, ya que se acoplan mejor dentro de la heladera.
Ordena la despensa. Revisa las fechas de vencimiento y desecha todo lo que esté caducado. Clasifica los alimentos por categorías y almacénalos en el mismo estante. Cuando el envase original no sea adecuado, coloca los alimentos en recipientes transparentes que permitan ver el contenido y con tapa hermética para evitar la entrada de humedad e insectos. Los alimentos de pequeño tamaño se pueden guardar en cajas o cestas. Lo que más usas va adelante, y lo que menos atrás. Revisa cada mes el contenido de la despensa para que no se echen a perder alimentos, y no acumules, siempre compra solo lo necesario para tener un consumo responsable de alimentos.
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