El tema ambiental para una institución financiera cooperativa como FUCAC plantea tres retos principales: cómo gestionamos los recursos y nuestro impacto en el ambiente; como participamos a nuestros socios y a la comunidad para ser más responsables en el cuidado del planeta; y cómo colaboramos con productos financieros a generar más prácticas “verdes”.
Nuestro compromiso es el de ser una empresa verde, multiplicadora y promotora de iniciativas en favor del ambiente.
Gestionamos a través de un plan de gestión ambiental que diseñamos por primera vez en 2009 y que revisamos y mejoramos varias veces, también este año. En el Plan están establecidos criterios y prácticas responsables en el uso del papel, la energía, el agua y la disposición de residuos. Para 2020 se proyecta tener una medición de la huella de carbono y comenzar medidas para su mitigación -llegando a 2022 a un 100% de la misma. La conciencia verde nos ha llevado a una reducción significativa del consumo de papel de impresión en 2019 (47%), con un esfuerzo decidido en cambios de procesos y de hábitos de exceso de impresión y fotocopiado. Los principales impactos ambientales se relacionan con el consumo de energía eléctrica y de agua, no siendo relevantes los viajes internos en el país o al exterior. El papel que se compra es ecoeficiente, con certificación del Consejo de Administración Forestal (FSC). FUCAC promueve la no impresión de estados de cuenta y su entrega en versión digital; a setiembre de 2019 el 31% de los estados de cuenta remitidos son digitales -en 2018 esa cifra era de 8%.
Participamos e involucramos a socios en calidad de activistas ambientales. En los últimos 5 años hemos tenido y acompañado iniciativas como plantaciones de árboles, limpieza de playas, el diseño y publicación de un curso de animadores ambientales, talleres con técnicos de Uruguay y Argentina y movidas culturales -pintura de muros, concursos de fotografía, obras de teatro- con una perspectiva de sensibilización.
Financiamos con el Fondo Verde Cooperativo, que es un financiamiento subsidiado a proyectos ambientales y sociales de las cooperativas; para 2020 se ampliará el mismo a otras organizaciones de la economía social y relacionadas al Sistema B. Para ese año también se prevén nuevos productos y beneficios a socios para la incorporación de prácticas verdes.
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