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Ahorrar en vestimenta

Las prendas y la moda deben ir de la mano del respeto y del cuidado del ambiente. Reciclar la ropa te permitirá cuidar el ambiente y mejorar la economía de tu hogar. Un ingreso de dinero limitado no es una restricción para tener una imagen cuidada. Una presencia prolija, con la ropa limpia y en buen estado, te dará seguridad y te presentará como una persona cuidadosa.



Estarás ahorrando dinero si inviertes en pocas prendas de buena calidad, en lugar de muchas de una calidad inferior. Antes de adquirirlas, selecciona con criterio. Arma tu guardarropa entre varios tonos dentro de dos colores. Por ejemplo: azul, celeste y turquesa; marrón oscuro, marrón claro y beige. De esta forma, ahorrarás dinero al adquirir una prenda nueva, ya que te permitirá ir variando e intercambiarla para formar diferentes equipos. Si decides comprar en liquidación, asegúrate de conocer las condiciones de venta: si la prenda está discontinuada, si se puede cambiar, si hay más talles, etc. Si cuidas la ropa en el lavado, secado, planchado y guardado, harás que se conserve durante mucho más tiempo. De esta forma, asignarás menos dinero de tu presupuesto para vestimenta. Lee con detenimiento las etiquetas antes de comprar. Te brindarán la información necesaria para saber si podrás cumplir con los requerimientos. Por ejemplo, si necesita lavado en seco deberás hacerlo en la tintorería y te saldrá más caro que si lo haces en tu casa. Antes del lavado, es el momento para revisar las prendas y determinar si es necesario coser un botón o un dobladillo. Es conveniente leer la etiqueta para saber si se requiere lavado a mano o en lavarropas. También, si se puede secar en secarropas, y la temperatura adecuada para el planchado.

Es importante mirar si las prendas tienen alguna mancha y retirarlas antes de realizar el lavado. En el mercado existen productos que te ayudarán con esta tarea. Selecciona las prendas según el color antes de lavar en la máquina y separa en tres grupos: las de colores claros, las oscuras y las blancas. No sobrecargues el lavarropa. Lee en el folleto la carga admitida y respétala. De lo contrario, la ropa quedará mal lavada, tendrás que repetir la tarea, y consumirás más energía y tiempo. Para un buen lavado, utiliza el jabón apropiado. En el mercado existen jabones para máquinas automáticas y para lavado a mano.

Si alguna prenda destiñe o es nueva, se aconseja lavarla por separado. Es preferible lavar y colgar las prendas al revés. El jabón y el sol incidirán menos sobre las fibras y se conservarán en mejor estado por más tiempo. Recuerda también subir cierres y prender botones para prevenir que se deformen. Lava las prendas según cuán sucias estén y utiliza el ciclo de lavado que corresponda. Hay prendas que se pueden centrifugar o que solo permiten un centrifugado suave. En la etiqueta se detalla este tipo de información. Retira la ropa del lavarropas lo antes posible luego de terminado el ciclo. Evitarás que se formen arrugas y también ayudarás a conservar el aroma del lavado. En el lavado a mano se aconseja disolver el jabón en el agua a la temperatura apropiada antes de colocar la prenda y dejarla en remojo (según el tipo de tejido). Si el agua se ensucia demasiado, es ideal hacer otro lavado. Luego hay que enjuagar varias veces hasta que el agua salga limpia, y verter en el agua del último enjuague la medida indicada de suavizante. Después sumergir la prenda y dejar actuar durante unos minutos. No hay que enjuagar nuevamente; el suavizante ayudará a reconstituir las fibras luego del lavado. No retuerzas las prendas delicadas para retirar el agua luego del lavado. Escurre presionando suavemente para evitar que se deformen y, en lo posible, deja secar de forma horizontal.

Los buzos o remeras que se deforman fácilmente se pueden colgar por debajo de las axilas y las camisas en perchas. Revisa que las perchas sean plásticas y no de madera para evitar que destiñan. En caso de secar con secarropas, ajustar el ciclo al tiempo indicado según las prendas.

Previo al planchado, deberás seleccionar las prendas y comenzar con las que necesitan menos calor. Para ahorrar energía, trata de planchar una cantidad importante cada vez. Las etiquetas también te indicarán si las prendas requieren planchado a vapor. Por otra parte, ten en cuenta que las telas humedecidas se planchan mejor.


Se aconseja planchar las prendas delicadas al revés y con un paño húmedo por arriba para evitar el calor directo. Una vez finalizado el planchado, se sugiere esperar antes de guardarlas para que se enfríen. Esto evitará que se arruguen nuevamente. Las prendas se podrán colgar en una ropería, doblarlas y guardarlas en los cajones de una cómoda o en los estantes de un armario. El espacio disponible determinará de qué forma se guarda cada prenda (colgada o doblada). De cualquier manera, te aconsejamos que guardes los buzos tejidos de forma horizontal y no colgados para evitar que se deformen y estiren. Las blusas o camisas de telas delicadas se pueden colgar en perchas forradas en goma espuma para evitar que se marquen en los hombros.


Las prendas que van dobladas en los estantes se colocan según el peso para evitar que se arruguen: las más pesadas abajo y las más livianas arriba. Si no es posible ampliar el espacio de almacenamiento del guardarropa, deberás adaptar la cantidad de prendas. De esta forma, evitarás amontonarlas y que se dañen al guardarlas de forma desordenada.


Por cada prenda que entra a tu armario, debería salir una. Esta es una buena forma de mantener un equilibro en el guardarropa. Existen organizaciones que reciben prendas usadas para distribuir entre personas que las necesitan. También puedes venderlas y estarás ahorrando dinero. Para una buena conservación del cuero del calzado, se aconseja pasar cera para zapatos después de algunos usos. Evita la utilización de autobrillos, pues sellarán la superficie del cuero y el material se resecará. Si no vas a utilizar un calzado de cuero por un período prolongado, se recomienda cubrirlo con cera para zapatos para una mejor conservación. Luego deberás retirar la cera y lustrarlo antes del uso.

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