A nivel mundial, la generación de residuos es un gran problema ambiental, económico y de salud del planeta. Los residuos generan el 5% del total de Gases de Efecto Invernadero. ¡Una oportunidad para reducir los residuos orgánicos es haciendo compost en casa!
El compost es un tipo de abono orgánico, un producto inocuo, constituido por materia orgánica estable y madura, y restos minerales, libre de sustancias que puedan causar daño al suelo o a las plantas. Los suelos que reciben fertilizantes orgánicos como el compost retienen más la humedad, esto implica que el uso de agua se hace más eficiente. La incorporación del compost al suelo mejora su estructura y aporta nutrientes a las plantas mejorando su crecimiento.
En Uruguay, se generan 1,5 millones de toneladas de residuos domiciliarios por año, más de 1 kilo por día por persona. Un 45% de estos residuos son orgánicos y potencialmente compostables.
Durante el proceso de formación del compost, los restos orgánicos son degradados a componentes más simples por la acción de distintos organismos. La adición de lombrices, en acción conjunta con los microorganismos, permite airear y fragmentar los residuos, posibilitando un mayor crecimiento de la población de microorganismos y estimulando su actividad biológica. Esto permite transformar los residuos de forma más rápida en un producto final estable y maduro.
En el compost existe un ecosistema en el que diversas poblaciones de insectos y microorganismos degradan secuencialmente la materia orgánica. Las bacterias son las primeras en actuar, comenzando el proceso; son sucedidas por los actinomicetes y hongos que también consumen los residuos directamente. Este grupo se conoce como compostadores de primer nivel y son el alimento de los de segundo nivel, tales como tijeretas, ácaros, colémbolos, isópodos y nemátodos. Los del tercer nivel comen a los del primero y el segundo; pueden ser ciempiés, caracoles, escarabajos, arañas y hormigas. Los microorganismos descomponen la materia orgánica químicamente y los macro-organismos, físicamente excavando, moliendo, masticando, digiriendo, etc. Una linda actividad para hacer en casa es mirar el compost con una lupa y ver cuáles de estos organismos podemos identificar. El proceso de compostaje involucra organismos vivos presentes en la tierra que se encargan de la descomposición de los restos vegetales. Por este motivo, tenemos que dar tiempo para que el sistema funcione, e ir haciendo pequeños ajustes en la cantidad de residuos que tiramos, la aireación, y humedad, hasta encontrar el equilibrio óptimo para nuestro sistema.
Fuentes:
¿Me dijiste compostar? Convirtiendo residuos orgánicos domiciliarios en compost. Proyecto piloto Rivera composta.
Manual de buenas prácticas para producir compost hogareño. Instituto Nacional de Tecnología industrial (INTI), Argentina.
Bioq. Inés Tiscornia
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