Hoy les dejamos algunos consejos y datos útiles para cuidar un recurso muy valioso: el agua.
Nuestro país atraviesa una sequía que afecta a todo el territorio nacional, especialmente en el sur. Esto provoca un descenso considerable en los embalses y cursos de agua utilizados por OSE como fuentes de abastecimiento de agua potable para diferentes localidades y poblaciones del Área Metropolitana. Por este motivo, a partir del 11 de febrero rige la prohibición del uso del agua potable para fines no prioritarios como ser: riego, lavado de veredas y patios exteriores, lavado de vehículos por parte de particulares y llenado de piscinas.
Las zonas afectadas se pueden consultar aquí
Pero, ¿qué implica que el agua sea potable? Implica que es un tipo de agua que cumple los parámetros de calidad físicos, químicos y microbiológicos para ser usada para consumo humano directo, esto quiere decir que se puede tomar. El agua se somete a un proceso de potabilización, y, antes de llegar a los consumidores, se realizan muestreos en distintos lugares del sistema de distribución para controlar su calidad.
¿Aporta filtrar el agua potable para bebida? Dependiendo del filtro que usemos, vamos a eliminar distintas sustancias. Con un filtro de carbón activado se eliminan las sustancias coloidales que le proporcionan color y sabor al agua, como los cloros residuales, sulfitos y sustancias orgánicas; si el filtro es de piedra o grava puede eliminar óxidos, pequeñas partículas de sólidos disueltos y taninos. Los filtros de papel, en cambio, eliminan mayoritariamente la presencia de sólidos suspendidos en el agua. La necesidad de adicionar un filtro y seleccionar el tipo adecuado va a depender de cada situación particular y es recomendable asesorarse con un técnico. Si tomamos agua corriente, ya sea filtrada o no, evitamos comprar agua embotellada, generando menos residuos plásticos de botellas o bidones.
Otra cosa importante que podemos hacer para cuidar el agua es evitar descartar por la pileta o el inodoro las siguientes cosas: medicamentos, hilos dentales, aceites, colillas o ceniza de cigarrillos y disolventes. Todas estas sustancias no son biodegradables y además, cuando llegan a las redes de aguas residuales, pueden reaccionar con la materia orgánica presente pudiendo generar nuevas sustancias que generen daños ambientales. Por el inodoro además debemos evitar descartar elementos que generen atascos físicos en las cañerías, como toallas húmedas o tampones.
Al momento de diseñar una vivienda, una buena práctica es prever un sistema para recolectar el agua de lluvia para riego, de esta forma, evitamos usar agua potable para este fin.
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