Si preguntamos qué es ser feliz para la mayoría de las personas todas tendrán definiciones muy diferentes.
La felicidad que nos venden está basada generalmente en el hedonismo, pero existe un modelo de felicidad descentrada del yo, basada en virtudes y buenas prácticas sociales.
Lo interesante de entrenar la felicidad basada en la práctica de cultivar virtudes y buenas conductas sociales es que cuenta como objetivo ayudarnos a construir un estado de bienestar sostenido y perdurable en el tiempo.
El desarrollo de estas habilidades, tal como explican varios expertos en psicología positiva requiere un entrenamiento diario, aquí algunos tips por los cuales podrías comenzar:
1-Practicar Mindfulness:
Aprender a potenciar las emociones positivas; fomentar la habilidad de recuperarnos de las adversidades, poniendo el foco en regular y gestionar nuestras emociones negativas; un ejemplo es la práctica de mindfulness, la capacidad de atención en el momento presente; y cultivar conductas de compasión y generosidad.
Practicar la atención plena influye directamente en nuestro sistema nervioso, hormonal, endocrino e incluso neuronal.
Te conecta con la sencillez de la vida, valorando las pequeñas cosas. Aumentando la capacidad de ser consientes y agradecidos en el día a día.
2-Practicar la Compasión y la Empatía:
La importancia de la compasión en este ejercicio de bienestar y felicidad.
La compasión es algo más que la empatía, que es la capacidad de entender la conducta y los sentimientos de los demás. La empatía consiste en una reacción cognitiva, se trata de entender intelectualmente el sufrimiento del otro. La compasión se diferencia de ella porque, no solamente entendemos el sufrimiento que percibimos, sino que nos despierta un impulso de realizar una acción dirigida a neutralizar o a realizar una acción para ayudar al otro.
También es algo más que la simpatía, porque esta es una reacción que nos lleva a sentir la emoción que está sintiendo el otro. Así, cuando percibimos el sufrimiento de alguien, podemos sufrir con él; pero la compasión conlleva, además, el impulso hacia la actuación para eliminar o disminuir el sufrimiento.
Si actuamos alineados con las virtudes, esto tiene un impacto positivo en nuestro bienestar. Ese es el único bienestar sostenible en el tiempo. Conectándonos con los demás saldremos del hedonismo y aumentará significativamente los niveles de felicidad.
3-Practicar la Resiliencia:
Para continuar trabajando, es también importante aprender a regular nuestras emociones negativas. Aun así, no debemos renegar de ellas, ya que según explican expertos en psicología, muchas veces ciertas emociones negativas puedes llevarnos a acciones positivas.
Debemos aceptar estas emociones, pero también ser capaces de regularlas y no vernos derrumbados por ellas. «Hay que aprender a acortar la emoción negativa, no dedicarle tanto tiempo, que no nos consuma tantos recursos. ¿Cuánto tiempo le quiero dedicar a este enojo o a este disgusto? Una vez nos hemos contestado tener las habilidades para decir ya está, ahora otra cosa.
4-Saborear el momento:
Trata de dedicarle tiempo a experimentar el entorno con todos tus sentidos: el tacto, el oído, la vista, el olfato ye l gusto. Por ejemplo, cuando comas un alimento favorito, tómate el tiempo para olerlo, saborearlo y disfrutarlo verdaderamente.
Cuando estés en un entorno verde, apreciar la naturaleza. Respirar en forma consciente, valorar lo que tienes a tu alrededor.
Es esencial aprender a apreciar las emociones positivas, algo que parece sencillo pero que muchas veces no hacemos. Debemos intentar saborear la emoción, estar más atentos y sobre todo, no boicotearnos. Debemos aprender a alargar y sostener la emoción positiva.
RECUERDA ESTO PARA ENTRENAR LA FELICIDAD:
Incrementar la capacidad de disfrutar lo cotidiano
Promover pensamientos, emociones y comportamientos más saludables y positivos
Mayor control de nuestra reacciones e impulsos
Salir de "yo" y pensar en los demás
¡ALCANZAR EL BIENESTAR ES UN EJERCICIO DIARIO!
Tec. Lorena Viera
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