La respuesta: Bernie Krause. Es un músico y compositor que ha trabajado en colaboración con artistas famosos como The Doors y George Harrison. Además, Krause ha contribuido a la comprensión de cómo los sonidos animales y naturales interactúan en los ecosistemas, y trabaja por la preservación de los paisajes sonoros como una parte importante de la biodiversidad.
Su enfoque musical a menudo incorpora elementos de sonidos naturales, creando paisajes sonoros únicos que fusionan la música con los sonidos del entorno natural. También ha escrito libros, impartido conferencias y ha participado en proyectos de conservación relacionados con la ecología sonora.
El término biofonía abarca la diversidad sonora de un ecosistema en su totalidad. A lo largo de su carrera, Krause ha grabado y analizado sonidos naturales de diferentes ecosistemas alrededor del mundo, y ha utilizado estas grabaciones para estudiar patrones sonoros y la comunicación acústica en la naturaleza. La biofonía ayuda a aclarar y entender el mundo natural. Se utiliza para describir el conjunto de sonidos producidos en un ecosistema:
Geofonía: aquellos sonidos no biológicos que se dan en un hábitat, como pueden ser el movimiento de la tierra, vientos, oleaje en el océano, entre otros.
Biofonía: son los sonidos producidos por organismos vivos, tanto animales como plantas, y su relación con el entorno.
Antropofonía: son los sonidos que generamos los humanos, algunos de manera controlada, como la música, y otros de manera caótica e incoherente, el ruido.
La bioacústica es la rama de la biología que se enfoca en el estudio de estos sonidos. Esta disciplina examina cómo los seres vivos generan, transmiten, reciben y procesan señales acústicas con el objetivo de comprender sus comportamientos, comunicación, ecología y evolución. Los bioacústicos utilizan herramientas como grabadoras de sonido y espectrogramas para analizar y documentar los patrones de sonido producidos por los organismos. Además, la bioacústica se aplica en la conservación de la vida silvestre, ya que el monitoreo acústico puede ayudar a evaluar la salud de los ecosistemas y detectar cambios en la presencia o comportamiento de las especies.
Durante casi 40 años, Krause recopiló más de 4 mil horas de grabación de diferentes hábitats: selvas, playas, montañas, bosques, arrecifes y praderas. La densidad y diversidad de la biofonía se ve afectada por la acción humana, se escucha el impacto de la extracción de recursos, el ruido humano y la destrucción de los hábitats.
“Además de entender el mundo con lo que vemos, tenemos que entenderlo también con lo que escuchamos. Mientras que una imagen vale más que mil palabras, un sonido vale más que mil imágenes", dice Krause.
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