Movilidad sostenible: movernos mejor

La movilidad sostenible busca que nuestros desplazamientos sean eficientes, seguros e inclusivos, con menos emisiones y menos ruido. No se trata solo de “cambiar el auto por otra cosa”, sino de combinar modos (caminar, bicicleta, transporte colectivo) y tecnologías más limpias para llegar a destino con menor impacto ambiental y mayor bienestar. En las ciudades, el transporte es uno de los grandes determinantes de la calidad del aire, del ruido urbano, del uso del espacio público, y también del tiempo que dedicamos a viajar. Optar por alternativas sostenibles reduce las emisiones de CO₂, mejora el aire que respiramos y libera las calles para las personas.

Casos en el mundo.

En Londres, la ampliación de la zona de ultra bajas emisiones (ULEZ) mejoró la calidad del aire. La medida busca sacar de circulación a los vehículos más contaminantes y se complementa con programas de recambio. Las concentraciones de NO₂ hoy son mucho más bajas que antes de implementar la medida en 2019.  Barcelona, con sus ‘supermanzanas’ redujo el ruido y el tráfico en algunos barrios.

Dos pilares: transporte colectivo y bicicleta.

El transporte colectivo es la columna vertebral de cualquier ciudad sostenible. Mueve a muchas personas usando menos espacio y combustible por pasajero que el automóvil. A esto se suma la electrificación del transporte, que reduce emisiones locales y mejora la calidad del aire.

La bicicleta es el modo más eficiente para distancias urbanas cortas y medias: requiere poca energía, casi no ocupa espacio y su infraestructura es relativamente económica. Cuando existe una red continua y segura de ciclovías, más personas se animan a pedalear. En los últimos años, Montevideo amplió su red para pedalear. Caminar y pedalear integran actividad física a la rutina diaria, previenen enfermedades cardiovasculares y reducen el estrés, impactando de manera positiva en la salud. Incluso cuando usamos el transporte colectivo, solemos caminar más que si hiciéramos todo el trayecto en vehículo particular, y si se reduce el tránsito, disminuye el ruido.

Pequeñas acciones cambian vidas y ciudades: BiciVERDE

Este proyecto de innovación social de VERDE permitió recuperar y acondicionar 100 bicicletas que estaban fuera de uso, gracias a la colaboración con Bikestore y la ONG Liberá tu Bicicleta. Estas bicicletas fueron donadas a 100 familias que las necesitaban como medio de transporte para trabajar y estudiar. Un ejemplo de economía circular aplicada a la movilidad y de cómo pequeñas acciones cambian vidas y ciudades.

Cuando priorizamos la bicicleta y el transporte colectivo, bajan las emisiones y el ruido, mejora la salud y liberamos espacio en las calles. El desafío es hacer que la elección sostenible sea la opción más fácil y conveniente, todos los días.

Bioq. Inés Tiscornia