Ya lo dice el dicho, el tiempo vale oro. Es algo que todos tenemos, muy valioso ya que no se renueva. Por eso, administrarlo bien nos permitirá aprovecharlo de la mejor manera.
Planificar con anticipación es el primer paso. Hacer un plan de tareas que considere tus actividades diarias, semanales, mensuales o estacionales u ocasionales, tus preferencias, y tus actividades inflexibles (trabajo, clases, compromisos inevitables ya asumidos, etc.)
Todos disponemos de 24h en un día, para distribuir entre descanso, trabajo (remunerado y no remunerado) y recreación (actividades gratificantes). Considerando que un adulto debe dormir un tercio del día (8h), disponemos de 16horas diarias para invertir en las demás áreas.
Toda tarea tiene un tiempo y cada persona tiene su ritmo. A través de la planificación buscamos crear sistemas para poder realizar las tareas en un determinado tiempo y evitar la improvisación.
Escribir una nota con tareas pendientes y tenerla a la vista, te permitirá no olvidar ninguna e ir tachando las que realices, que es muy motivador. Llevar una agenda, en papel o digital, te permitirá organizar el día y ganar tiempo si se presentan imprevistos. Ser ordenado y saber dónde están las cosas, también te ayudará a ahorrar tiempo.
Pero gestionar bien el tiempo no es solo tener una lista de actividades e ir tachándolas a medida que se completan. Es planificar, priorizar, aprovechar y descartar. Como dijo Bryan Tracy “Nunca hay suficiente tiempo para hacerlo todo, pero siempre hay suficiente tiempo para hacer lo más importante”. Por eso podemos aplicar un método para identificar a qué debemos dedicarle tiempo y a qué no. Es la matriz de gestión del tiempo de Stephen Covey
Podés completarla con tus tareas según su grado de urgencia e importancia. Luego pensar en la siguiente estrategia para ganar tiempo a la hora de abordar tus asuntos:
Solucionar los asuntos del cuadrante I
Retrasar los asuntos del cuadrante II
Delegar los asuntos del cuadrante III
Desechar los asuntos del cuadrante IV
Para efectivizar el uso del tiempo, la secuencia de actividades importa. Podés agrupar varios mandados para hacer juntos y así ahorrar tiempo. A la hora de cocinar podés asegurarte de tener todos los ingredientes necesarios, si planificás las preparaciones que vas a realizar en la semana y hacés una lista de compras con los ingredientes que precisás, luego definís un día y hora para realizar la compra.
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