Si sos de los que quiere comer sano, pero tenés poco tiempo para cocinar en la semana, el batch cooking puede ser la solución para vos.
Este método propone cocinar en pocas horas para toda la semana, tal cual significa su nombre en inglés: cocinar por lotes. De esta forma permite ahorrar mucho tiempo y dinero, y facilita una alimentación variada y equilibrada. También ayuda a reducir la ansiedad y el estrés, al reducir la preocupación por no saber qué comer.
El batch cooking consta de tres pasos fundamentales:
Planificar el menú: contemplando los gustos y necesidades especiales, así como la estacionalidad de frutas y verduras, días más libres y más ocupados, recetas preferidas, armado de viandas, comidas fuera de casa, etc. Repetir un mismo ingrediente en diversas preparaciones de la semana, ayuda a simplificar.
Elaborar una lista y hacer las compras de alimentos: en base al menú planeado y a los ingredientes que ya se tienen, se arma una lista solo con lo necesario. Se pueden buscar buenos precios comprando en varios lugares como puestos de frutas y verduras, supermercados y comercios mayoristas.
Adelantar las preparaciones: poner en práctica lo planificado. Cocinar los cereales y legumbres. Lavar, rallar, picar verduras. Marinar e incluso cocinar carnes. Preparar salsas, milanesas, hamburguesas, guisos, sopas. Y disponer todo en recipientes adecuados en la heladera o freezer para consumir en la semana.
Algunas recomendaciones a tener en cuenta:
Al refrigerar: Siempre enfriar los alimentos calientes en menos de 2 horas antes de guardarlos en la heladera. Etiquetar los contenedores con nombre y fecha, y tener en cuenta la vida útil de los alimentos. Lo que no se vaya a consumir en los primeros 3-4 días, mejor congelarlo. Para guardar los alimentos en la heladera utilizar recipientes herméticos que eviten las quemaduras por frío. Las verduras de hoja se pueden guardar lavadas entre hojas de papel absorbente dentro de un recipiente para prologar su conservación, si se guardan como ensaladas, siempre sin condimentar.
Al congelar: Siempre enfriar los alimentos calientes en menos de 2 horas antes de guardarlas en el freezer. Las preparaciones con carnes crudas como milanesas y hamburguesas se pueden congelar directo. Hay alimentos que no conviene congelar porque no mantienen sus cualidades sensoriales como: los vegetales de hoja verde, huevos frescos con cáscara, mayonesa, salsas con crema, enlatados, quesos enteros. Para congelar conviene siempre hacerlo por porciones (ya que una vez que se descongela no se puede volver a congelar) y utilizar recipientes y bolsas aptas para freezer. Etiquetar los contenedores con nombre y fecha.
Descongelar: Se descongela directo al método de cocción (horno, plancha, sartén, olla, etc) o sino dentro de la heladera. Es importante evitar descongelar a temperatura ambiente, ya que propicia la proliferación bacteriana, y consumir las preparaciones que han sido descongeladas en un lapso corto de tiempo para evitar pérdidas nutricionales.
¡Animate a probar este método! Aunque al principio puedas pensar que organizar semanalmente tus menús y adelantar las preparaciones es sumar carga de trabajo a la que ya tenés, te vas a dar cuenta de lo contrario. No solo vas a ahorrar tiempo en la cocina, también vas a poder disfrutar de comidas sanas, variadas y ricas cada día.