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Huerta Verde

Foto del escritor: Movida VerdeMovida Verde

Lo que comemos nos define. De los alimentos se obtienen nutrientes para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Conocerlos y cocinarlos de forma adecuada contribuye con nuestro bienestar.


Hoy les proponemos tomar acción, sin importar la edad, para cuidar nuestra alimentación, que nos ayudará a tener un envejecimiento saludable. Cultivemos nuestros propios alimentos haciendo una huerta verde.


¿Qué puedo cultivar?

Dependiendo de nuestro conocimiento, la estación y disponibilidad de espacios vamos a definir lo que podemos cultivar. Hay especies como el maíz, zapallos y habas que necesitan poca atención y cuidados, y son buenos candidatos para comenzar.



Hay otras plantas que requieren prácticas diarias como podas y protección contra plagas y enfermedades, hay que ir conociendo las necesidades y adquiriendo experiencia. Observando e interactuando con la huerta es la forma en la que vamos aprendiendo.


Para comenzar a trabajar necesitamos:

  • Un terreno soleado al menos 5 horas

  • Agua

  • Semillas

  • Herramientas (pala, rastrillo, guantes)

Si no disponemos de mucho espacios, podemos producir nuestras verduras en macetas o cajones. Lo importante es que los recipientes tengan una profundidad mínima de 40 cm para permitir el desarrollo de las raíces. Debemos rellenar con buena tierra y asegurar un buen drenaje agujereando el fondo y colocando los recipientes sobre ladrillos. Si empezaron a hacer compost en casa lo puede usar para abonar la tierra.


Para saber qué podemos sembrar en cada estación, debemos consultar el “Calendario de siembra”


La cosecha es el premio que la tierra nos da luego de los cuidados que le dimos. Para tener cosecha continua a lo largo de todo el año, es muy importante realizar una buena planificación de la siembra. En las verduras de hoja, como la acelga, lechuga y espinaca, podemos ir cortando las hojas maduras. Así aprovechamos mejor la producción de cada planta.


Empecemos por algo: LECHUGA

Se planta todo el año, directo en la tierra a partir de semillas. La tierra debe estar húmeda y en verano se recomienda dejar en un lugar a la sombra. Se plantan en hileras distanciadas por 25 cm.


Las lechugas se pueden cosechar desde que son muy chicas hasta que alcanzan su tamaño final, durante toda esta etapa son muy ricas, hay que evitar que sobre maduren ya que se ponen muy amargas.




Observar el crecimiento cotidiano de las plantas y ver cómo se pasa de la flor al fruto nos conecta con el proceso, tomar consciencia del uso de recursos (tierra, luz, agua, tiempo) para obtener un alimento nos ayudará a ser más responsables con nuestro consumo, y evitar el desperdicio.

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